¿Cuándo empezar la nutrición?

Pocas cosas sobre la agricultura son tan gratificantes como ver una pequeña semilla convertirse en una planta con flores. Flores, hierbas, frutas, verduras, plantas ornamentales: las posibilidades de cultivo son infinitas y el viaje es memorable.

Muchas variables entran en juego cuando las semillas simples comienzan su ciclo de vida. La germinación de semillas dentro o fuera del hogar depende de factores como el clima y las condiciones de iluminación natural o artificial. También entra en juego el momento de la siembra, donde las plántulas comenzaron en el interior muy temprano en la temporada y sin la iluminación adecuada pueden volverse largas y delgadas en lugar de sanas y robustas. Por supuesto, el sustrato también puede afectar la calidad de las plántulas que cultivas, donde algunas mezclas para macetas contienen nutrientes desde el principio y otras son solo medios inertes.

Encontrar el equilibrio perfecto entre las condiciones de cultivo y los nutrientes no siempre es fácil. Este artículo lo ayudará a descubrir los mejores nutrientes y fertilizantes para sus plántulas y cuándo aplicarlos.

Macronutrientes esenciales para plántulas

La introducción de fertilizantes y nutrientes para las plántulas puede impulsar el crecimiento y la producción de sus plantas. Las plantas requieren muchos nutrientes diferentes para prosperar, en particular oxígeno, hidrógeno, carbono, que obtienen a través del agua y el aire, así como potasio, fósforo y nitrógeno, que deben agregarse mediante fertilización. Estos nutrientes esenciales tienden a ser los más importantes, pero también debe considerar los micronutrientes que también pueden fortalecer sus plántulas a su mejor potencial.

Nitrógeno (N)

Como el nutriente más importante para las plantas, el nitrógeno es responsable del crecimiento de las plantas y, más específicamente, del crecimiento de las hojas, el tamaño de las plantas y la salud en general. Las plantas con dosis suficientes de nitrógeno crecerán fuertes y rápidamente. El nitrógeno también juega un papel clave en la fotosíntesis, ya que actúa como componente de la molécula de clorofila que hace que las plantas se vuelvan verdes. A medida que las plántulas se convierten en plantas más grandes, la demanda de nitrógeno también aumenta.

Fósforo (P)

También de vital importancia, el fósforo ayuda a las plantas a echar raíces fuertes, producir semillas y producir frutas, verduras y flores. El fósforo también ayuda con la fotosíntesis, facilitando la transferencia de energía de la planta y permitiendo que las plantas utilicen o almacenen energía. La demanda de este nutriente es mayor durante la germinación de las semillas y su vida temprana, así como durante la fructificación o la floración. La debilidad general y el retraso en el crecimiento son dos signos de deficiencia de fósforo en las plantas.

Potasio (K)

El siguiente nutriente más esencial después del nitrógeno, el potasio ayuda en muchos aspectos del crecimiento y desarrollo de las plantas, como el tamaño, la forma y el color de la planta, por no mencionar el sabor de cualquier producto. Agregar potasio al suelo ayuda a las plantas en el proceso de síntesis de proteínas, así como en la activación de las enzimas de crecimiento.

Los problemas relacionados con el crecimiento, como la pérdida de hojas, clorosis (quema de hojas), sistemas radiculares débiles y retraso en el crecimiento, pueden ocurrir cuando las plantas se vuelven muy deficientes en potasio.

Las plántulas y las plantas también tienden a necesitar mucho magnesio, calcio y azufre. Completan la lista de macronutrientes esenciales comúnmente necesarios para plantas y cultivos.

Calcio: el calcio fortalece los tejidos de la planta y ayuda a neutralizar el suelo y la acidez de la planta. El calcio en el suelo también ayuda a mejorar la penetración del agua y disminuir la salinidad del suelo.
Magnesio: este nutriente también ayuda a dar a las plantas un color verde, aumentando la ingesta de fósforo, aumentando la clorofila y permitiendo una mejor absorción de CO2.
Azufre: el azufre ayuda a las plantas a producir semillas y resistir las enfermedades. Este nutriente también promueve el crecimiento, la producción de clorofila y ayuda en la producción de proteínas, aminoácidos y enzimas.

Juntos, estos seis macronutrientes esenciales ayudan a crear clorofila, que ayuda a las plantas a convertir la luz en energía para la fotosíntesis. El proceso de fotosíntesis permite que las plantas tomen la luz solar, el CO2 y el agua y los transformen en azúcar y oxígeno. La glucosa creada le da a las plantas la capacidad de usar esa energía para crecer y reparar el daño o para almacenarla para más tarde. Una mejor fotosíntesis permite que las plantas sean más prolíficas, con mejor crecimiento y rendimientos mayores y más abundantes. Asegurar una fertilización adecuada con macronutrientes tiene un impacto directo en el crecimiento de la planta y su potencial para cosechas futuras.

Los mejores micronutrientes para plántulas

Después de monitorear y corregir el suelo para determinar el contenido adecuado de macronutrientes, recuerde que muchos nutrientes diferentes pueden beneficiar a sus plantas. A medida que se convierta en un agricultor más experimentado, podrá comenzar a reconocer los signos de que sus plantas necesitan nutrientes específicos. Debe considerar estos otros micronutrientes esenciales para inspirar una nutrición equilibrada a sus plantas.

El boro apoya las membranas de una planta en términos de estructura y función.
El cobre ayuda en la producción de vitamina A, así como en la síntesis de proteínas, junto con otros procesos de crecimiento.
El hierro ayuda en la producción de alimentos, la transferencia de energía y el crecimiento general, por nombrar algunos.
El manganeso apoya una germinación más rápida, fotosíntesis y ayuda en varias reacciones metabólicas.
El molibdeno ayuda a fijar el nitrógeno.
El zinc es especialmente vital, ya que favorece los altos rendimientos de los cultivos.
El níquel es esencial para convertir la urea.
El cloruro apoya las reacciones energéticas de la planta.

Las plantas necesitan concentraciones más bajas de estos micronutrientes, pero su presencia puede tener un gran impacto. Incluso una pequeña deficiencia de un micronutriente puede afectar la salud y el crecimiento general de una planta. Agregar abono orgánico puede ser una forma efectiva de aumentar los micronutrientes en su sistema.

¿Cuándo pueden las plántulas tener nutrientes por primera vez?

El suelo donde comienzan sus semillas puede tener un impacto en el crecimiento futuro de sus plantas. En términos generales, las plántulas no necesitan sus nutrientes hasta que brotan su primer juego completo de hojas reales. Las primeras hojas que emergen, llamadas cotiledones, son en realidad parte de la semilla y proporcionarán nutrientes para el inicio de las plántulas. Los cotiledones alimentan la planta, por lo que no es necesario que comience a alimentarse de inmediato.

Después de que aparezcan las hojas reales, puede transferir las plántulas de su ubicación actual a una maceta más grande o un sistema de vivero hidropónico. En este punto, puede usar un poco de mezcla para macetas con nutrientes incorporados, o puede elegir su propio fertilizante para aplicar a intervalos regulares. Un fertilizante soluble en agua diluido puede proporcionar nutrientes esenciales para las plantas jóvenes a medida que crecen. La disolución del fertilizante en el agua facilita la alimentación de las plantas según sea necesario. Puede controlar sus plántulas para decidir si fertilizar ligeramente una o dos veces por semana funciona mejor. Los signos de fertilización excesiva pueden incluir hojas amarillentas, crecimiento lento, acumulación de sal o marchitez. Si usó una mezcla para macetas con nutrientes ya mezclados con el suelo, proceda lentamente con cualquier esfuerzo adicional de fertilización para evitar dañar las plantas.

Programa de nutrición para plantas pequeñas

Germine las semillas en recipientes o sustratos. Elija entre un medio para macetas simple o una mezcla para macetas enriquecida con nutrientes.

Después de que aparezca el primer conjunto de “hojas verdaderas”, aplique fertilizante diluido y soluble en agua solo a las plántulas que aún no estén fortificadas con tierra rica en nutrientes.
Para fertilizantes más orgánicos, considere usar harina rica en nitrógeno, harina de huesos rica en fósforo y harina de algas rica en potasio.
Como otra opción natural, también puedes hacer tu propio abono.
Mezcla para macetas rica en nutrientes: cuando comience la mezcla para macetas con fertilizante agregado, espere de seis a ocho semanas y luego complemente la mezcla para macetas rica en nutrientes con un poco de fertilizante.
Busque indicios de que sus plantas pueden carecer de nitrógeno, como el color amarillento o el crecimiento lento, antes de agregar más fertilizante.

Tenga cuidado al fertilizar plantas jóvenes

Usar demasiado fertilizante demasiado pronto puede quemar las plantas jóvenes y sus raíces. Es mejor proceder con precaución, agregando un poco de fertilizante a la vez y aumentando a medida que las plantas crecen y maduran. Recuerde, siempre puede agregar más fertilizante, pero realmente no puede deshacer la fertilización excesiva.

También puede querer que se analice su suelo antes de la fertilización, de modo que sepa sobre las deficiencias de nutrientes que debe trabajar para corregir. ¡Tus plantas sanas y tus ingresos te lo agradecerán!

Puede ser cierto que cualquiera puede poner una semilla en un pedazo de tierra, agregar un poco de agua y luz solar y verla crecer. Sin embargo, hay mucho más en esto. Preste atención a cada temporada de cultivo para descubrir qué funciona mejor a medida que se familiariza con cada planta diferente que le gusta cultivar y qué aplicaciones producen los mejores resultados.

Con un conocimiento sólido de nutrientes, fertilizantes y condiciones de crecimiento, puede cultivar plantas más fuertes, saludables y vigorosas año tras año.

Buenos cultivos ;)

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